Hay épocas en las que Alexander Isak parece uno de esos delanteros que lo hace casi todo bien pero al que el gol se le resiste demasiado. En otros momentos del año ocurre lo contrario. No es que lo haga casi todo mal, ni mucho menos, pero sí que se convierte en un futbolista con una facilidad inusitada para marcar gol. Los tres que le ha metido este domingo al Alavés, en apenas 65 minutos de juego, para atar la victoria por 4-0 de la Real Sociedad dan buena muestra de ello.
No hay más que repasar su secuencia goleadora de este año y medio en San Sebastián para comprobar que Isak es un delantero de rachas. El pasado curso, en sus 16 primeros partidos como realista, marcó dos goles. En los 12 siguientes, sumó 12. Y en los 16 últimos de la temporada, apenas sumó dos. En total, eso sí, 16 tantos, una cifra nada desdeñable.
Este año, la dinámica se está repitiendo, especialmente en Liga. En los 14 primeros partidos del curso, sumó tres tantos, el primero de ellos en la séptima jornada. En los seis últimos, sin embargo, ha reventado todos los indicadores, logrando nueve goles: tres al Alavés, dos al Cádiz y uno frente a Getafe, Villarreal, Betis y Sevilla. En estos seis encuentros, Isak ha rematado 12 veces a portería. Dicho de otra manera, sólo ha fallado tres ocasiones. Las siete últimas han acabado en el interior de la portería.