Nada más pisar el césped del José Zorrilla para calentar, Casemiro comenzaba a bromear con Vinícius Jr a la vez que se ponía serio para calentar. Sonrisas por aquí, concentración por allá. Unas para rebajar la tensión de su joven compañero, titular un día más ante la baja de Eden Hazard, lo otro para enfocarse en el trabajo que tenía por delante: en ataque, enrolarse en la mediapunta para dejar espacio a Kroos y Modric en la construcción, en defensa, volver al eje que evita los grandes males del Real Madrid. El centrocampista del Real Madrid no es uno de los capitanes, honor que en la noche vallisoletana y con las ausencias de Sergio Ramos, Marcelo y Benzema correspondió a Raphael Varane, en plantilla desde 2011, pero el brasileño lleva la voz cantante en el vestuario. Anima sin cesar a sus compañeros, especialmente a su amigo Vinícius – »¡vamos Vini caralho!», le gritaba-, y ordena cada jugada del equipo. Suya fue la primera bronca tras las paradas iniciales de Courtois, que se puso la capa de héroe una noche más. Y suyas fueron también las mejores ocasiones del cuadro de Zidane, espeso en Pucela.
Su conexión con Kroos acerca la liga al Madrid. No hablan mucho, a pesar de que el alemán muestra un castellano casi perfecto, pero su relación se basa en el juego. En el aéreo, más bien. Se reía Casemiro tras el primer cabezazo errado después de un centro de su compañero. Mirada al frente y negación al cielo. Y se rascaba la cabeza sin cesar tras el segundo, en el que estando solo dentro del área envió el balón fuera. La sonrisa dejó paso a la rabia. No se lo creía. Y en la tercera no falló. Quinto gol de la temporada y segundo pichichi blanco tras Benzema. Un delantero en el cuerpo de un todocampista, en la mente de un central. «Nosotros creemos en la Liga, no sólo porque el Atlético pinchó, quedan todavía 42 puntos, son muchos y queda mucha liga», expresaba el ’14’ merengue a los micrófonos de Movistar+. «Creemos en la Liga», repitió: «En el vestuario nosotros siempre hablamos de eso, sabemos que es difícil pero creemos».