La final del Campeonato Brasileño Sub-17, disputada por el Atlético-PR y el Fluminense, fue el escenario de un triste incidente en forma de pelea, que terminó con nueve jugadores expulsados y un descontrol absoluto sobre el césped.
Es bochornoso espectáculo tuvo lugar en la segunda mitad (48’), cuando João Neto y Ataíde se enzarzaron en una acalorada discusión que terminó con la participación de un buen número de jugadores de ambos equipos. El terreno de juego se convirtió por momentos en una batalla campal en la que se dieron varias agresiones realmente peligros para la integridad física de cualquiera que recibiese ese tipo de golpes.